Catálogo de Aves Playeras del Noroeste de México
Exposición fotográfica

Fotógrafos (orden alfabético): Victor Ayala Perez (VA), Roberto Carmona (RC), Adriana Hernandez (AH) Gerardo Marrón (GM), Luis Mendoza (LM), Fernando Pozas (FP), Mariel Reyes (MR) Y Eduardo Soto Montoya (ES).

Los playeros se cuentan entre las aves acuáticas migratorias más abundante y ampliamente distribuidas en las costas del Pacífico americano.En Norteamérica se reproducen 49 especies, que en su mayoría anidan en el subártico, incluida Alaska, Canadá y las regiones norteñas de Estados Unidos. Estas especies pasan el invierno en áreas desde el sur de los EUA hasta Patagonia, por lo que realizan migraciones anuales de entre 5,000 y 15,000 km entre sus áreas de reproducción y sus sitios de invernación. En sus migraciones a lo largo del continente americano estas aves utilizan tres grandes corredores: el del Atlántico, el Transcontinental y el del Pacífico, por el número de especies y de individuos que lo utilizan, el más importante es el del Pacífico.

Durante las épocas migratorias e invernal los playeros se encuentran normalmente asociados a humedales, concentrándose en áreas generalmente mucho más pequeñas que en sus sitios de reproducción. Por tal razón, la pérdida de los humedales utilizados por estas aves puede tener un impacto negativo importante sobre sus tamaños poblacionales. Como ejemplo de esto, el Plan de Conservación de Aves Playeras de Estados Unidos señala que al menos nueve especies de aves playeras del Pacífico de América del Norte han disminuido significativamente sus poblaciones.Algunas de las especies que se han visto más afectadas por el deterioro de los humedales son el Chorlo nevado (Charadrius nivosus), el Zarapito de pico largo (Numenius americanus)y el Playero rojizo (Calidris canutus), todas estas especies se encuentran bien representadas en el territorio mexicano.

La disminución de los números poblacionales de una especie puede reflejar un deterioro en los sitios de anidación, en los sitios de paso e invernación, o incluso una combinación de ambos factores. Para poder determinar cuál de los escenarios es correcto, y por ende definir qué acciones de manejo y conservación deben implementarse, es imprescindible contar con planes de monitoreo eficientes para los diferentes sitios. El monitoreo de poblaciones se recomienda además particularmente para México,dada su posición geográfica estratégica para las especies migratorias, tanto como sitio de invernación como por su condición de zona de paso para las aves que viajan hasta Centro y Sudamérica.

El noroeste de México es reconocido como una región particularmente importante para las aves playeras. La abundancia y disponibilidad de hábitat existentes proporciona áreas de reproducción, invernación y zonas de paso para al menos 45 especies de aves playeras, incluyendo especies y poblaciones identificadas como prioritarias en los planes de manejo de estos grupos en México, Estados Unidos y Canadá. Entre las especies de aves playeras más relevantes se incluyen el 70% de los Picopando canelos (Limosa fedoa), 35% de Playerito occidental (Calidris mauri), 70% de los Costureros de pico corto del Pacífico (Limnodromus griseus caurinus), 45% de las Avocetas americanas (Recurvirostra americana), 28% de los Chorlitos nevados (Charadrius nivosus), 65% de los Ostreros americanos (Haematopus palliatus frazari), y entre el 40 y el 80% de los Playeros rojizos del Pacífico (Calidris canutus roselaari).Por la importancia anterior en el noroeste de México existen 11 sitios incluidos dentro de la Red Hemisférica de Reserva para Aves Playeras, mismos que representan el 44% del total de sitios designados por la Red en la costa norte del Pacífico, y el 73% de todos los sitios en el país.

Estas especies en particular y las aves acuáticas migratorias en general, enfrentan en el noroeste de México una serie de amenazas para su conservación, ligadas principalmente a la falta de planificación en el uso de los humedales donde habitan y de los que dependen. Un problema adicional es la falta de divulgación respecto a la importancia del país para estos organismos, pues salvo los directamente involucrados (manejadores de áreas naturales protegidas, investigadores y conservacionistas), poca gente sabe de la existencia de estas aves y de lo intrincadas que pueden ser sus estrategias migratorias. Para contribuir a la conservación de estas aves la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas incluyó un Programa de Monitoreo Biológico para los 11 sitios reconocidos por la Red Hemisférica en el Noroeste del país. Responsabilidad que en 2013 recayó en la Organización No Gubernamental Pronatura Noroeste y su socia académica la Universidad Autónoma de Baja California Sur.

Un producto adicional, enfocado a difundir la belleza y variedad de estas aves, lo representa la exposición fotográfica virtual que se presenta. En ella se pretende ejemplificar la variedad de especies, formas, colores y tamaños que estos organismos pueden presentar. Todas las fotografías provienen del noroeste de México y la mayor parte fueron captadas por miembros del Laboratorio de Aves del Noroeste de la Universidad Autónoma de Baja California Sur.La exposición muestra 33 especies, lo que representa el 74% del total de especies registradas. Esperemos la disfruten, como nosotros lo hicimos al captar las imágenes.

Lista de Fotografías incluidas las iniciales del autor:

L=Reproducción local

Figura L01. El Candelero americano (Himantopus mexicanus) con un pollo en la Ensenada de La Paz, Baja California Sur. Esta especie presenta pequeños grupos de reproducción local que se incrementan en invierno con la llegada de aves migratorias (VA).
Figura L02. Candelero americano (Himantopus mexicanus), ave de amplia distribución con poblaciones residentes y migratorias (GM).
Figura L03. Candelero americano (Himantopus mexicanus) en vuelo en la Ensenada de La Paz, Baja California Sur, donde existe un grupo de reproducción local (GM).
Figura L04. Nido de Avoceta americana (Recurvirostra americana) en la Ensenada de La Paz, Baja California Sur, donde existe una pequeña fracción poblacional que se reproduce en la zona (GM).
Figura L05. Macho de Avoceta americana (Recurvirostra americana) en plumaje reproductivo, nótese su pico casi recto, característico de este sexo (VA).
Figura L06. Avoceta americana (Recurvirostra americana) en las instalaciones de Exportadora de Sal, Baja California Sur, donde es un ave poco abundante (VA).
Figura L07. Ostrero americano (Haematopus palliatus) en la Reserva de la Biósfera del Vizcaíno, Baja California Sur, su límite norteño de distribución (LM).
Figura L08. El Ostrero americano (Haematopus palliatus) se finge herido para alejar a los depredadores de su nido (GM).
Figura L09. Pareja reproductiva de Ostrero americano (Haematopus palliatus; en segundo plano) y Ostrero híbrido (H. palliatus-H. bachmani; en primer plano),el ostrero hibrido realiza una conducta de distracción fingiendo estar herido para proteger a sus pollos. Guerrero Negro y San Ignacio representan las zonas donde las dos especies de ostrero conviven y donde se observan recurrentemente individuos híbridos (VA).
Figura L10. Pollo de una Pareja de Ostrero híbrido (H. palliatus-H. bachmani) y Ostrero americano (Haematopus palliatus) (VA).
Figura L11. Chorlo nevado (Charadrius nivosus) alimentándose en las playas arenosas del Golfo de Santa Clara, Sonora. Esta especie presenta tanto grupos residentes como migratorios en el noroeste de México (GM).
Figura L12. Chorlo nevado (Charadrius nivosus) macho en Marismas Nacionales (LM).
Figura L13. Chorlo nevado (Charadrius nivosus) hembra en el nido empollando tres huevos en la Reserva de la Biósfera del Vizcaíno, Baja California Sur (VA).
Figura L14. Copula de dos individuos de Chorlo nevado (Charadrius nivosus) en Marismas Nacionales (LM).
Figura L15.Los pollos del Chorlo nevado (Charadrius nivosus), dejan el nido a los minutos de haber nacido y son capaces de valerse por sí mismo inmediatamente. Se muestra un pollo de esta especie a escasos minutos de su nacimiento (VA).
Figura L16. Chorlo tildío (Charadrius vociferus) en Guerrero Negro, Baja California Sur. Esta especie muestra poblaciones residentes en todo el noroeste del país (VA).
Figura L17. Chorlo tildío (Charadrius vociferus), ave de baja abundancia, pero amplia distribución (GM).
Figura L18. Jacana norteña (Jacana spinosa), ave playera neotropical y no migratoria, común en Nayarit y Sinaloa (RC).
Figura L19. Jacana norteña (Jacana spinosa), especie común en Nayarit con reproducción local. En la imagen se puede observar un individuo adulto en compañía de cuatro aves inmaduras (LM).
Figura L20. Chorlo de Wilson(Charadrius wilsonia) macho en plumaje reproductivo en Ceuta, Sinaloa. Esta especie es de afinidad tropical y el noroeste de México representa su límite norteño de distribución en el Pacífico (RC).
Figura L21. Chorlo de Wilson(Charadrius wilsonia) macho en plumaje alterno en Marismas Nacionales.
Figura L22. Chorlo de Wilson(Charadrius wilsonia) hembra en la Ensenada de La Paz (VA).
Figura L23. Chorlo de Wilson(Charadrius wilsonia) en plumaje invernal. Este individuo se encuentra en la marisma del complejo de humedales de Guerrero Negro alimentándose de cangrejos Uca (Ucas pp.) (VA).
Figura L24. Chorlo de collar (Charadrius collaris), ave playera de México y Centroamérica. Su distribución más norteña es en el sur de Sinaloa (VA).

M=Migratorias

Figura M01. Individuo deOstrero negro (H. bachmani) invernando en el complejo de humedales de Guerrero Negro en la Reserva de la Biosfera El Vizcaino. Para esta especie los humedales de Guerrero Negro representan el límite sur de su intervalo de distribución invernal (VA).
Figura M02. Chorlo gris (Pluvialis squatarola) en las playas al norte del poblado Golfo de Santa Clara, Sonora (GM).
Figura M03. Chorlo gris (Pluvialis squatarola) en plumaje reproductivo (RC).
Figura M04. Chorlo gris (Pluvialis squatarola) durante la marea alta en las playas del complejo de humedales de Guerrero Negro (VA).
Figura M05. Chorlo semipalmeado (Charadrius semipalmatus), ave migratoria común de los humedales costeros, se reproduce en Alaska y el norte de Canadá (RC).
Figura M06. Chorlo semipalmeado (Charadrius semipalmatus) invernando en Guerrero Negro dentro de la Reserva de la Biosfera de El Vizcaino (VA).
Figura M07. Chorlo llanero (Charadrius montanus) en la Ciénaga de Santa Clara, Sonora (ES).
Figura M08. El Playero alzacolita (Actitis macularius) es un ave común en los humedales costeros, aunque nunca en grandes números (LM).
Figura M09. Patamarilla mayor (Tringa melanoleuca), ave conspicua aunque poco abundante en los humedales costeros del noroeste mexicano (RC).
Figura M10. Patamarilla menor (Tringa flavipes) en plumaje básico (VA).
Figura M11. Patamarilla menor (Tringa flavipes) en plumaje alterno en el complejo de humedales de Guerrero Negro (VA).
Figura M12. Playero pihuihui (Tringa semipalmata inornata) en los humedales de Marismas Nacionales, especie con amplia distribución en el noroeste del país (LM).
Figura M13. Playero pihuiui (Tringa semipalmata inornata) en el Golfo de Santa clara, Sonora, antes de su migración de primavera (GM).
Figura M14. Playero pihuiui (Tringa semipalmata inornata) en plumaje invernal durante la marea alta en el complejo de humedales de Guerrero Negro.
Figura M15. Playero solitario (Tringa solitaria) en plumaje invernal observado durante la migración de primavera en la Ensenada de La Paz.
Figura M16. Zarapicotrinador (Numenius phaeopus) en las playas cercanas al Golfo de Santa Clara, Sonora. Se trata también de una especie que sin ser abundante, es común del noroeste del país (GM).
Figura M17. Zarapico de pico largo (Numenius americanus) en Guerrero Negro, Baja California Sur. Es el ave playera más grande de la zona (58 cm de longitud) (GM).
Figura M18. Sin ser muy abundante, el Zarapico de pico largo (Numenius americanus), es un ave común de los humedales costeros del noroeste de México (GM).
Figura M19. Zarapico de pico largo (Numenius americanus) en San Quintín, Baja California (GM).
Figura M20. Picopando canelo (Limosa fedoa) en Marismas Nacionales, donde es una especie común pero no muy abundante (LM).
Figura M21. Picopando canelo (Limosa fedoa) en plumaje invernal en el complejo de humedales de Guerrero Negro. Cerca de un 50% de la población del Picopando canelo pasa el invierno en el complejo de humedales de Guerrero Negro, lo que lo convierte en el humedal de mayor importancia para esta especie (VA).
Figura M22. Individuo dePicopando canelo (Limosa fedoa) con leucismo. El leucismo es una aberración cromática caracterizada por la falta de color únicamente en el plumaje. Este individuo fue observado en el complejo de humedales de Guerrero Negro.
Figura M23. Vuelvepiedras rojizo (Arenaria interpres) buscando alimento entre las rocas y algas de la costa de Laguna Ojo de Liebre. Como su nombre indica, para buscar alimento da vuelta a las piedras (GM).
Figura M24. El Vuelvepiedras rojizo (Arenaria interpres) es un ave migratoria que se reproduce en el extremo norte del continente y migra cada año a costas sureñas, como el noroeste de México (RC).
Figura M25. Vuelvepiedras negro (Arenaria melanocephala) en una playa rocosa de la Reserva de la Biósfera del Vizcaíno, Baja California Sur (GM).
Figura M26. El Vuelvepiedras negro (Arenaria melanocephala) alimentándose de pequeños crustáceos en una zona rocosa del complejo de humedales de Guerrero Negro (VA).
Figura M27. Playero rojizo (Caliris canutus roselaari) en plumaje invernal en las marismas de la Laguna Guerrero Negro, Baja California Sur (VA).
Figura M28. Playero rojizo (Caliris canutus roselaari) en plumaje invernal alimentándose en las planicies lodosas de la Laguna Guerrero Negro, Baja California Sur durante la marea baja (VA).
Figura M29. Playero rojizo (Calidris canutus roselaari) en plumaje reproductivo durante la migración de primavera (GM).
Figura M30. Playero rojizo (Calidris canutus roselaari) en plumaje alterno previo a su migración de primavera en el complejo de humedales de Guerrero Negro (VA).
Figura M31. Parvada de Playero rojizo (Calidris canutus roselaari) en las playas del Golfo de Santa Clara, Sonora (VA).
Figura M32. Playero de marea (Calidris virgata) en una playa arenosa del Golfo de Santa Clara, Sonora, donde se alimenta de los huevos puestos por el pez Pejerrey (GM).
Figura M33. Playero de marea (Calidris virgata) alimentándose de los huevos que el Pejerrey entierra en la arena (GM).
Figura M34. Playero de marea (Calidris virgata) en plumaje básico (GM).
Figura M35. Playero zancón (Calidris himantopus), ave común de los humedales de Marismas Nacionales, esta especie suele preferir ambientes dulceacuícolas (RC).
Figura M36. El Playero zancón (Calidris himantopus) puede ser fácilmente reconocido por el tamaño de sus patas (largas y amarillas), rabadilla blanca y pico decurvado (RC).
Figura M37.Playero blanco (Calidris alba) al momento de defender agresivamente su sitio de alimentación (GM).
Figura M38. Playero blanco (Calidris alba) en plumaje invernal buscando alimento durante la marea baja en los bajos de la laguna Ojo de Liebre en Guerrero Negro.
Figura M39. Playero blanco (Calidris alba) en plumaje alterno en la Reserva de la Biosfera El Vizcaino.
Figura M40. Playero de dorso rojo (Calidris alpina) en plumaje reproductivo en el complejo de humedales de Guerrero Negro (VA).
Figura M41. Playero de dorso rojo (Calidris alpina) en plumaje invernal (GM).
Figura M42. Playero menor (Calidris minutilla) en Marismas Nacionales, es el playerito más pequeño de la región (15 cm de longitud) (LM).
Figura M43. Playero menor (Calidris minutilla) en la Ensenada de La Paz, Baja California Sur, donde es una especie común (GM).
Figura M44. Playero menor (Calidris minutilla) en Laguna Guerrero Negro en la Reserva de la Biosfera El Vizcaino. El individuo presenta un plumaje invernal (VA).
Figura M45. Playero pectoral (Calidris melanotos) en Guerrero Negro, Baja California Sur, especie de bajos números en la zona, prefiere ambientes dulceacuícolas (GM).
Figura M46. Playero Pectoral (Calidris melanotos) en plumaje básico (VA).
Figura M47. El Playero semipalmeado (Calidris pusilla) es un ave poco común durante la migración de otoño en la Ensenada de La Paz, Baja California Sur, la mayoría de estas aves migran por la costa atlántica (GM).
Figura M48. El Playero occidental (Calidris mauri) es una de las aves más comunes en la mayor parte de los humedales costeros del noroeste de México (VA).
Figura M49. Playero occidental (Calidris mauri) en la Laguna Ojo de Liebre, Baja California Sur (VA).
Figura M50. Playero occidental (Calidris mauri) en plumaje alternoen la Laguna Ojo de Liebre, Baja California Sur previo a la migración de primavera hacia sus sitios de reproducción en Alaska (VA).
Figura M51. Costurero de pico corto (Limnodromus griseus caurinus) en el Golfo de Santa Clara, Sonora, durante la migración de primavera. La mayoría de las aves presentan plumaje reproductivo. Esta especie prefiere las zonas costeras (GM).
Figura M52. Costurero de pico corto (Limnodromus griseus caurinus) en el complejo de humedales de Guerrero Negro. Cerca de la migración de primavera muchos individuos llevan a cabo la muda de sus plumas para adquirir su plumaje alterno o reproductivo, el cual es más llamativo que el plumaje invernal (VA).
Figura M53. En el noroeste conviven dos especies de Costurero, el de pico largo (Limnodromus scolopaceus) y el de pico corto (L. griseus caurinus), muchas veces, como en la fotografía, son casi imposibles de identificar en invierno (RC).
Figura M54. Juvenil de Costurero de pico largo (Limnodromus scolopaceus). Especie que prefiere sitios de agua dulce (RC).
Figura M55. El Costurero de pico largo (Limnodromus scolopaceus) es más común en los humedales de agua dulce que en los costeros (GM).
Figura M56. La Agachona de Wilson (Gallinago delicata) aunque no es raro puede ser un ave difícil de observar, ya que se esconde entre la vegetación de los humedales (GM).
Figura M57. Playero vagabundo (Tringa incana) en plumaje invernal. Esta especie suele invernar en el noroeste de México principalmente en ambientes rocosos (VA).
Figura M58. Falaropo de cuello rojo (Phalaropus lobatus) en plumaje básico (GM).
Figura M59. Falaropo de cuello rojo (Phalaropus lobatus) en plumaje reproductivo en el humedal artificial generado por Exportadora de Sal en el Complejo de Humedales de Guerrero Negro durante la migración de primavera hacia sus sitios de reproducción (VA).
Figura M60. Falaropopico largo (Phalaropus tricholor) en plumaje básico (VA).
Figura M61. Falaropo pico grueso (Phalaropus fulicaria) en plumaje básico registrado en Bahia Magdalena (GM).

P=Parvadas

Figura P01.Parvada de Picopando canelo (Limosa fedoa), muy común durante el invierno en los humedales costeros de la península de Baja California (VA).
Figura P02. Parvada mixta, Picopando canelo (Limosa fedoa) y Costureros (Limnodromus spp.), en Guerreo Negro, Baja California Sur (RC).
Figura P03. Parvada de Playeros rojizos (Caliris canutus roselaari) en el Golfo de Santa Clara, Sonora (VA).
Figura P04. Playeros blancos (Calidris alba) principalmente, recorren de un lado a otro la playa, un comportamiento típico de la especie, en la imagen de observan algunos Playeros rojizos (Calidris canutus) (RC).
Figura P05. Parvada de playeros occidentales (Phalaropus lobatus) tras el ataque de un Halcón peregrino (Falco peregrinus) (VA).
Figura P06. Playero de dorso rojo (Calidris alpina) en Laguna Ojo de Liebre, Baja California Sur en plumaje reproductivo (RC).
Figura P07. Parvada de playeros pequeños, básicamente occidentales (Calidris mauri) en las instalaciones de Exportadora de Sal, Baja California Sur (RC).
Figura P08. El Falaropo de cuello rojo (Phalaropus lobatus) es un ave muy común durante la migración de otoño en Exportadora de Sal, Baja California Sur (RC).
Figura P09. Parvada de Playeros rojizos (Caliris canutus roselaari) en plumaje básico en la Laguna Ojo de Liebre en la Reserva de la Biosfera El Vizcaino (VA).
Figura P10. Parvada de Playeros occidentales en las playas de la Laguna Guerrero Negro en la Reserva de la Biosfera El Vizcaino (VA).
Figura P11. Parvada de Playeros occidentales (Calidris mauri) en el complejo de humedales de Guerrero Negro. Durante la marea alta, un gran número de individuos de esta especie se congrega en grandes parvadas, muchas de las cuales suelen utilizar las instalaciones de Exportadora de Sal, Baja California Sur (VA).
Figura P12. Parvada mixta, en su mayoría compuesta por Playeros de dorso rojo (Calidris alpina) y algunos individuos de Playeros occidentales (Calidris mauri). Los Playeros de dorso rojo se pueden observar en su plumaje reproductivo (VA).
Figura P13. Parvada de Avoceta americana (Recurvirostra americana) en Exportadora de Sal en Baja California Sur (VA).
Figura P14. Parvada de Avoceta americana (Recurvirostra americana) en el complejo de humedales de Guerrero Negro, se pueden observar algunos individuos cambiando de plumaje invernal a plumaje alterno (VA).
Figura P15. Parvada mixta, Picopando canelo (Limosa fedoa) y Playero pihuihui, (Tringa semipalmata.) en Laguna San Ignacio, Baja California Sur (VA).
Figura P16. Parvada de Falaropos de cuello rojo (Phalaropus lobatus) en el humedal artificial generado por Exportadora de Sal en Guerrero Negro. Una fracción de la población de esta especie utiliza este humedal durante la migración de primavera y otoño (VA).
Figura P17. Parvada de Falaropos de cuello rojo (Phalaropus lobatus) en el complejo de humedales de Guerrero Negro en la Reserva de la Biosfera El Vizcaino (VA).
Figura P18. Parvada de Playeros rojizos (Caliris canutus roselaari) en plumaje alterno durante la migración de primavera en las playas arenosas de la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del Rio Colorado (LM).
Figura P19. Parvada de Playeros rojizos (Caliris canutus roselaari) en plumaje invernal en las playas arenosas del Alto Golfo (LM).
Figura P20. Parvada de Ostreros americano (Haematopus palliatus) y algunos individuos de Playeros pihuihui (Tringa semipalmata) en la Bahía de Tovari al sur de Sonora. En esta bahía, la abundancia del Ostrero americano le valió la inclusión dentro de la Red Hemisférica de Reserva para las aves playeras como un sitio de importancia internacional (RC).

T=Trabajo de campo

Figura T01. Picopando canelo (Limosa fedoa) atrapado y anillado en Guerrero Negro, Baja California Sur (VA).
Figura T02. Equipo de trabajo del Laboratorio de Aves de la Universidad Autónoma de Baja California Sur preparando red cañón para la captura y anillado de aves playeras (RC).
Figura T03. Momento del disparo de la red cañón para atrapar aves playeras en la Laguna de Guerrero Negro, se observa principalmente Playeros occidentales (Calidirs mauri) y Playero de dorso rojo (Calidris alpina) (VA).
Figura T04. Playero rojizo (Caliris canutus roselaari) marcado en Alaska y reobservado en el Golfo de Santa Clara, Sonora (VA).
Figura T05. Playero rojizo (Calidris canutus roselaari) marcado y reobservado en el Golfo de Santa Clara, Sonora (GM).
Figura T06. Durante las actividades de monitoreo en el Alto Golfo de California se pueden observar una Garza ceniza (Ardea herodeas), unPlayero blanco (Calidris alba), tres Playeros occidentales (Calidirs mauri) y una Monjita (AH).
Figura T07. Equipo del laboratorio de Aves de la UABCS colocando redes de niebla para el monitoreo del Playero occidental (Calidrismauri) en Laguna Guerrero Negro (RC).
Figura T08. Primer Playero rojizo (Calidris canutus roselaari) capturado en el Noroeste de México (RC).
Figura T09. Momento de la liberación del Picopando canelo (Limosa fedoa) después de su captura y anillado (RC).
Figura T10. Personal del Laboratorio de Aves de la UABCSDurante las actividades de monitoreo de las aves playeras después de una ligera lluvia (FP).
Figura T11. Para realizar los recorridos de monitoreo en los diferentes humedales del Noroeste de México se utilizan diferentes medios de locomoción, uno de ellos es el uso de cuatrimotos (VA).
Figura T12. En algunas ocasiones las zonas en donde se contabilizan las aves playeras para su monitoreo son de difícil acceso lo que requiere que el investigador tenga que ingresar a pie y pasar muy cerca de las aves (VA).
Figura T13. Dentro de las actividades que realiza el laboratorio de Aves de la UABCS, además del monitoreo, suelen involucrar a personas de la comunidad en las actividades de investigación y realizar talleres de difusión cultural dirigido a niños (MR).
Figura T14. Personal del Laboratorio de Aves de la Universidad Autónoma de Baja California Sur realizando el monitoreo de aves playeras en el complejo de humedales de Guerrero Negro (VA).
Figura T15. Playero rojizo (Caliris canutus roselaari) marcado en Guerrero Negro y reobservadoun año después en la misma zona (VA).
Figura T16. Picopando canelo (Limosa fedoa) atrapado y anillado en Guerrero Negro, Baja California Sur y reobservado durante tres temporadas consecutivas en la misma zona (VA).
Figura T17. Integrante del Laboratorio de Aves del Noroeste (UABCS) realizando observaciones de marcas y comportamiento del Playero rojizo (Calidris canutus roselaari) (VA).

A=Amenazas

Figura A01. Algunas de las playas del noroeste de México que son utilizadas por las aves playeras presentan una fuerte presión por actividad humana, lo cual provoca el desplazamiento de las aves de los sitios óptimos de alimentación a otros de no tan buena calidad (VA).
Figura A02. Debido al uso de vehículos todo terreno en las playas del noroeste de México y a las altas velocidades que estos pueden alcanzar, muchas veces las aves que utilizan estas playas son atropelladas (AH).
Figura A03. .Durante los períodos vacacionales como el de 'Semana Santa' diferentes playas en el noroeste de México son visitadas por una gran cantidad de turistas que se instalan en la zona intermareal lo que impide a las aves hacer uso del sitio ya sea para alimentación y descanso, en la imagen se muestra una playa del Golfo de Santa Clara, Sonora. (AH).
Figura A04.Los visitantes de las playas se hacen acompañar de perros y vehículos todo-terreno por lo que las aves playeras son perturbadas constantemente al interrumpir el consumo de alimento (AH).
Figura A05. El uso de los vehículos todo terreno en las playas sin ningún tipo de regulación es una de las principales causas de disturbio para las aves playeras (RC).
Figura A06. La camaronicultura es uno de los principales problemas en algunas regiones del noroeste de México relacionados con la desaparición de hábitat óptimo para el uso de las aves playeras (LM).